THE VISION: "FOR AS THE DAYS OF A TREE ARE THE DAYS OF MY PEOPLE."

domingo, 23 de mayo de 2010

ACEPTEMOS EL RETO



     Quién no está dispuesto a retar y enfrentar las adversidades, éstas en algunas circunstancias se presentan como un piso cenagoso, donde mantenerse es difícil, pero con pie firme podemos avanzar hasta un sitio seguro, en el que podamos sostenernos. El ser humano tropieza durante su trayectoria por la vida con diferentes tipos de obstáculos, sabemos que éstos son los generadores de angustias, desesperación e impaciencia que nos arrebatan la confianza en Dios y en nosotros, que nos hacen creer que no hay salida, que nos paralizan, para dar vida a un nuevo obstáculo: nosotros mismos; lo que está plenamente corroborado. Probablemente para muchos resulte paradójico afirmar que con dominio propio y templanza podamos vencer estos sentimientos negativos infundados, que sólo están en nuestra mente. Se atribuyen a desórdenes que se han arraigado como consecuencia de nuestro pasado.
     A millones de personas en el Mundo les ha tocado soportar y a veces por debilidad aceptar, la observación de la familia, cuando por ejemplo les planteamos una idea de negocios, la respuesta inmediata es, crees que eso puede ser beneficioso? Ese negocio lo que puede producirte son pérdidas, si fuera tan espectacular como tú piensas, ya otro lo hubiese emprendido; el consejo no se hace esperar, no lo hagas!! tenemos en ciernes otro obstáculo, que suma más dudas sobre nosotros. En muchas partes de las Escrituras, como yo le digo a la Biblia: el “Manual del Fabricante”, encontramos solución a incontables problemas, me baso en este versículo “Haz todo lo que está en tu corazón, porque Dios está contigo.” Somos poseedores de una extrordinaria riqueza que nos dio Dios, “la vida”, pero esta debe ser soportada por la ‘riqueza financiera’ que también nos la da el Creador proveyéndonos para tal fin, de sabiduría e inteligencia para crearla.
     Desde el principio de la creación humana se dio inicio a la ‘planificación financiera’, ésta, vista desde la perspectiva de la obra de Dios fue previamente planificada; la Tierra era un total desorden en el comienzo, El puso límite a los mares, creó los collados, montañas, valles, ríos, bestias y animales, acabó las tinieblas al crearse la luz, el firmamento con las estrellas (planetas) y por ultimo la creación más anhelada por Dios: el hombre y su compañera, la mujer! Inmediatamente vino el Plan de Dios para nosotros. No debemos considerar como imposible el hacer riquezas, si otros lo han logrado, por qué pensar que todos los demás seres no pueden. Pongamos manos a la obra!! La búsqueda de las riquezas no son obra de la suerte, sino de la constancia, tienen un aditivo presente que muchos no deseamos pero son necesarios: el ensayo de prueba y error. Pongámonos por caso a nosotros cuando éramos niños, comenzamos gateando, igual que todos, cuando intentábamos dar los primeros pasos, al suelo, o de nalgas o de cabeza! y a llorar (ensayo y error), así pasaba el tiempo, nuestros padres nos ayudaban y sin embargo, al suelo de nuevo y… un buen día los gritos de alegría: “el niño ya camina.” Así es la vida en absolutamente todo lo que emprendemos, siempre hemos tenido que pagar el precio!! Pero al final, triunfamos
     Para construirnos un mundo financieramente libre debemos ser objetivos, ir al punto de nuestro interés y crear un bien que pensemos será productivo, para esto consideremos un elemento altamente determinante a tomar en cuenta para el éxito: debe de gustarnos lo que queremos emprender, no lo que a otros les guste. Un caso totalmente diferente ocurre con aquel a quien le gusta escribir, lo hace porque le gusta, pero lo que escribe debe posteriormente gustarle también a otros, debe ser una lectura amena para que quien la lea se involucre y quede ensimismado, de tal manera que se crea un personaje más de la obra escrita. Por ejemplo, los que creamos una página WEB deseamos que nuestros visitantes aumenten, recorremos el Mundo vía Internet para convertirnos en un Best Seller de la Internáutica. Este es el objetivo y es el que nos gusta.
     En algunos momentos llegamos a pensar (todos desean ser ricos, y no es pecado serlo) si me hago de una profesión, si estudio, puedo cosechar una fortuna honestamente; puede ser, algunos lo han logrado, porqué no; pero, quienes más oportunidades y fortuna han amasado son precisamente los que no tienen una profesión universitaria, por supuesto hay excepciones, estos se han dedicado a otras áreas del quehacer, se han convertido en grandes empresarios inteligentemente. Por otro lado encontramos a quienes no aman la profesión que tienen, posiblemente se hayan convertido en fracasados, profesionalmente hablando, por haber sido obligados por sus padres a estudiar lo que no les gustaba. Amo mi profesión, soy dentista (odontólogo), pero no es para enriquecerse, es una profesión donde se aprende a amar a los pacientes. Asumí que trabajamos con seres humanos, dignos de nuestra mayor estima, rechazo el mercantilismo con la salud de los pueblos.

jueves, 20 de mayo de 2010

EL DESEO POR LA ABUNDANCIA



Si el deseo está acompañado por un excelente estado de salud, paz en el alma, libre de sentimientos de odio, avaricia, altivez y otros sentimientos nefastos, presentes en los poseedores de grandes riquezas pero de “pobre corazón”, sea bienvenida. !El Todopoderoso será tu ORO y tendrás plata en ABUNDANCIA!


     Tenemos que la prosperidad se manifiesta desde nuestra conciencia, como un deseo del ser humano, que quiere brotar y ser llena de buenos pensamientos, pensamientos de poder y así manifestarse al mundo real. Un gran porcentaje de  personas sólo se enfrascan en mantenerla en la mente, piensan, sienten y la expresan  vacilantemente y eso no los conecta  a un echo tangible sino a un estado de ánimo de falta de estímulo, lo que es totalmente contrario  a la naturaleza humana.
     Es de sabios saber oir, la “fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”; en principio no lograremos visualizar ni hacer que el éxito sea tangible pero, considerémonos afortunados y estemos plenamente convencidos de que lo que iniciamos resueltamente lo lograremos. Lo que emprendimos, la búsqueda del éxito económico, la encontraremos. Probablemente mentes incrédulas, fieles a sus propios pensamientos negativos consideren lo planteado como imposible; y es así, sencillamente porque le temen al fracaso! Tal como quien va al mercado laboral en busca de empleo y en su trayecto se dice: quizá cuando llegue ya tienen a otro mejor que yo en el cargo, me regreso y voy a otra empresa mañana!!! Su estima e inseguridad están por el suelo. Y nada puede emprender porque se ha convertido en su propio obstáculo!!, luchemos contra ese fantasma que a muchos acompaña. Hay que tomar la iniciativa, léanse el Cuento (mayúscula mía) de nuestra primera entrega Alegoría a la Prosperidad, allí verán como desde cero se puede consolidar un proyecto basado en ideas claras y llevarla a cabo. Como está escrito “cíñete la cintura” y da el paso más importante de tu vida, estudia el mercado objeto de tu interés, desarrolla un plan de negocios (investiga en Internet), un paso muy importante, es el cimiento donde se asientan las bases, sirve de guía y nos coloca en el desarrollo y crecimiento de lo que antes era un simple proyecto, nos pone al tanto de los posibles errores que puedan presentarse, facilita el planteamiento de estrategias y nos pone en el camino para enfrentar a la competencia. Recordamos que en el pasado se planteaba como un método para triunfar, “construir el camino a la prosperidad” adquiriendo un Sistema ya establecido, esos que todos conocemos, pero ocurría que el desembolso económico para tal objetivo era y es en la actualidad demasiado elevado más en estos días de economías débiles. Así que, el temor a un lado y empecemos como muchos. Muy pocos nacieron con una fortuna a sus pies, o mejor dicho en sus manos. Consideremos este ejemplo, la construcción de un rascacielos o cualquier edificio o casa es “imposible” comenzarla desde el piso más alto o desde el techo, se imaginan las tejas sostenidas en el aire, mientras se prepara lo que les dará sostén . Es necesario no desmayar en el cometido de querer ser libres “financieramente.” Existen en el mercado infinidad de libros que tratan sobre la materia en cuestión, nos pintan una libertad financiera con un enfoque engañoso que hasta una persona con escasa inteligencia las podría poner en práctica, nos hacen soñar despiertos y finalmente resultan un cuento de hadas, un fabuloso negocio para enriquecerse a costa de la ingenuidad de muchos. Por supuesto que no hay que ser autodidactas, debemos adquirir ciertos conocimientos que no son difíciles, ojo! “no existen bajo los cielos de la Creación seres humanos brutos.” Hechemos un vistazo a nuestro alrededor y mejoremos las ideas de otros, Japón por ejemplo, copió y mejoró dando mayor calidad a los productos y servicios fabricados por otros países, para convertirse posteriormente en la Potencia Industrial que es hoy. Hasta ahora no tenemos un testimonio fiel de alguien que haya leído tales libros y consiguiera la riqueza ansiada. Lo que no concebimos es que sabiendo que teniendo tan grandes fuerzas, algunos se hayan quedado rezagados, y como dicen las      Escrituras: “Dios nos ha servido una mesa llena de los mejores manjares”, pero los rechazamos por actuar a veces como infantes, con ingenuidad; además siendo poseedores de sabiduría, ciencia y conocimiento, buscamos en otros, iguales a nosotros, consejos, guía y orientación aun para nuestra propia vida. Nuestra mente está colmada de ideas, las cuales tememos poner en práctica, sencillamente porque creemos que en la vida todo es fracasar. Siempre debemos comprender un principio, luchar sin descanso hasta la victoria, hasta el éxito total, quien se cae y se levanta es el triunfador, este ganará todas las batallas. Creamos en nosotros mismos, Dios tiene grandes Planes y Propósitos para nosotros. Si en el camino tropezamos con gigantes, (grandes consorcios industriales) digamos como dijo Josué: “nos los comeremos como pan.” El deseo por la abundancia…en nuestras manos.

sábado, 15 de mayo de 2010

LOS SISTEMAS ECONOMICOS




     Se designa con el término de riqueza a aquel estado de abundancia de bienes y objetos que ostentan un importante valor monetario.  Pero ante todo, la riqueza refleja un hecho o situación socioeconómica en la que se encuentra inmersa una determinada persona, quien es la que por supuesto determinará y controlará la abundancia de estos bienes valiosos que mencionamos.
     Podría decirse también que la riqueza es el producto resultante del acoplamiento y funcionamiento de un sistema económico determinado. Por ejemplo y para ser más precisos, cualquier empresa o negocio que nos podamos imaginar y con los que algunas veces nos topamos, como pueden ser una constructora, una fábrica de muebles (del hogar, de oficinas, etc.), un ciber café, un restaurante, una fábrica de ropa, una hacienda productiva, un banco de crédito, fábricas de zapatos, y otras, representan todas, los llamados sistemas económicos en los cuales trabajan personas, y sus esfuerzos combinados con el uso de máquinas e instrumentos necesarios para laborar, producen un determinado producto o servicio, que luego pasa al consumidor quien pagará con su dinero por el bien adquirido y que claro, contribuirá a la acumulación de riqueza a quien maneja el negocio. Una parte del dinero que ingresa será destinado a cubrir los costos de producción, pago de empleados, gastos de oficinas, locales y otros, y el resto, el excedente, irá a las arcas de quien corresponda para seguir aumentándola.
     Lamentablemente, el funcionamiento del sistema económico tradicional que conocemos no contribuye a que con nuestro trabajo nos hagamos ricos, porque la riqueza no se distribuye con tanta facilidad como la pobreza, sino que esta, la riqueza, se concentra en las manos de unos pocos.
     El origen de la riqueza es casi tan antiguo como el del hombre, desde tiempos inmemoriales los hombres han tenido la necesidad de realizar intercambios o trueques para satisfacer sus propias necesidades y las de sus familias y como era de esperarse, esa necesidad dejó de ser tal y pasó a ser una necesidad o más bien una ambición por tener y disponer de cosas u objetos más útiles y valiosos y es así como se fueron generando importantes concentraciones de riquezas en algunos pocos.
     Aunque el término riqueza está estrechamente relacionado con lo material, el mismo suele usarse también para señalar un sentido totalmente diferente al mencionado, ya que suele emplearse para dar cuenta de la “abundancia de cualidades y atributos” que por ejemplo, ostenta una determinada persona, como es la riqueza espiritual, connotación que lo acerca más a DIOS.
     Poseer riquezas no está divorciado de los principios del Evangelio, enamorarse de ellas es lo que lleva a la perdición, el “oro y la plata” son míos dice el Señor, y yo doy la “riqueza” a quien quiero.
     La riqueza es lo opuesto a la pobreza y como afirmamos es un producto del sistema económico; pero la pobreza a diferencia de la riqueza, no se concentra sino que experimenta un proceso de dispersión incontrolada.
     Todo proceso productivo genera riqueza, en el sentido de crear más dinero; de este dinero captado se pagan los diversos costos o gastos de producción, y la cantidad excedente que queda va dirigida con creces a los accionistas.
     A partir de la concentración del dinero, la riqueza puede tomar diversas formas según la naturaleza del individuo que la crea, por una parte puede ser factor determinante para la creación de bloques industriales generadores de fuentes de trabajo, que contribuyan con el desarrollo de los núcleos familiares y por ende con el desarrollo de los países que la albergan. Lo contrario sería utilizar la acumulación de dinero para asimismo, crear fuentes de trabajo, alienantes al ser humano. El buen uso que se dé a la acumulación de capital dará a quien lo posea mayor relevancia ante DIOS y los hombres.
     En Ventana al Mundo de la Producción Industrial, vemos como los países han obtenido sus riquezas por esfuerzo de su trabajo Países Bajos.
     Quieres ser rico? Todos quieren serlo, pero primero “ganemos el reino de Dios y su justicia y todo lo demás nos será añadido.” Todo el secreto está en ti, sácalo y no desmayes, persevera y harás prosperar tu camino y todo, todo te saldrá… BIEN!!


sábado, 1 de mayo de 2010

ALEGORIA A LA PROSPERIDAD




TRIUNFAR A NUESTRO ALCANCE



Recuerdo un cuento significativamente alegórico al título en cuestión; de autor desconocido. He aquí mi cuento que considero aún más cercano al título, personalmente recomiendo su lectura: Se refiere a una forma sencilla como tantas otras de CONCEBIR una idea (factible), trazarse un plan y ponerlo en práctica para entender cómo sí se puede llegar a amasar fortuna:


     En cierto lugar apartado de los centros productivos, alejado del centro mismo de la ciudad más cercana y de cualquier otro pueblo, se encontraba enclavado en las montañas un pequeño pueblecito, que vivía de su propia producción, cada familia tenía su siembra, sus vacas y una que otra ovejas, caballos, burros, perros, gatos, tenían además patos, gallinas y pollos; entre estas familias se practicaba el trueque, el dinero que necesitaban lo obtenían por la venta de sus cultivos, para lo cual realizaban largos trayectos a lomo de caballo y transportando su mercadería en burros y carretas; este dinero lo utilizaban para hacer las compras necesarias para sus cultivos; se alumbraban con lámparas de querosene y cocinaban sus alimentos en fogatas.
     Y así transcurrían los días, no había diferencia entre un día y el otro, siempre era la misma rutina.
     Sus niños recibían la educación en una pequeña habitación habilitada en la casa de la maestra, la única que había en el pueblo; que además era quien administraba las cuentas y el dinero producto de las ventas, es decir era como una especie de banco; era juez, y actuaba cuando por casualidad se presentaba alguna divergencia, que por lo general nunca ocurría.
     En este pueblito, para colmo de males, NO HABIA AGUA, y sus habitantes sufrían por la ausencia de tan preciado líquido, pero con todo y eso era un pueblo muy limpio. Tenía el pueblo una cisterna profunda, desde la cual se abastecían, y en el pueblo vivían dos jóvenes encargados de mantenerla llena; para cumplir su labor, que era bien pagada, pues tenían asignado un salario que les pagaba la maestra, debían recorrer un largo y estrecho camino hasta el río, lugar desde donde traían el agua en baldes hasta el pueblo, por allí era imposible que pasara una carreta. El trabajo era en las primeras horas del día, antes de la salida del sol, y todos los días del año. Un buen día, uno de los jóvenes le planteó a la maestra su deseo de trabajar más horas de las estipuladas, pues quería comprar una bicicleta, la maestra accedió. El otro joven viendo la desventaja en salario, se puso a pensar y mientras su amigo trabajaba toda la noche y parte del día, él pensaba y pensaba y se preguntaba, cómo puedo ganar más dinero que mi amigo? Y transcurrió el tiempo, y un día despertó y se puso a escribir y dibujar. Diseñó una manera práctica de abastecer la cisterna y además concibió la idea de dar agua a todas las casas y abundante para el regadío. Fue hasta el pueblo más cercano, pensaron que estaba loco, vendió muchas de sus cosas de valor, fue a la ferretería y como pudo fue transportando hasta su pueblo tuberías, empalmes y llaves y para empezar, una pequeña bomba de agua. Su amigo le decía, mientras tu pierdes el tiempo en eso, yo cada día gano más. Pasaron los meses y el joven no desmayaba, el agotamiento lo tenía a punto de abandonar, pero perseveraba; además como necesitaba dinero para su “proyecto loco” como le decían, seguía cargando agua para el pueblo, trabajando pocas horas, oportunidad que su amigo no despreciaba para seguir ganando más.
     Una mañana, después de tanto trabajar, aun con sueño, incluso  famélico, con el cabello largo y sucio; el pueblo salió a las puertas de sus casas alegres porque creían que estaba lloviendo, !!pero no!! no llovía!, era el agua que caía estrepitosamente dentro de la cisterna, trasegada desde el río con gran fuerza. Y les dijo el joven, la de hoy es una prueba, por eso he llenado la cisterna!! A partir de los próximos días cobraré por cada litro de agua, además abasteceré todas las casas, y no habrá más escasez. De esta manera el joven industrializó su pequeña empresa, la que también después daría luz al poblado
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